Por Pablo Padula
Es como el cuento del huevo y la gallina. ¿Hay tantos homicidios en Estados Unidos porque es legal portar armas o porque la sociedad es esencialmente violenta?
Yo creo que es una combinacion macabra de ambos factores. No se puede negar que si no hubiera armas disponibles la cantidad de muertes bajaria dramaticamente, pero tambien es respetable la opinion de que, en una sociedad armada, el temor a que alguien se defienda tambien sirve para persuadir a un agresor.
De lo que pocos hablan es sobre la influencia violenta de los medios de comunicación y de Hollywood sobre la juventud.
Este es un pais suelto, escencialmente liberal o al menos muy facil de penetrar con ideas y teorias alocadas. Y encima de eso a sus habitantes se los bombardea constantemente, ahora mas que nunca, con imágenes de violencia. Ya sea a traves de videojuegos, peliculas, television o el internet, es innegable que los jovenes norteamericanos viven rodeados de sangre, polvora y mensajes contradictorios sobre la violencia.
Mi propio hijo, Nahuel, de 18 años, a pesar de ser una persona muy sensible y humana, puede jugar al Xbox y mirar sangre todo el dia que parece no afectarlo para nada. Cuando vamos al cine hay escenas en las que a mi da asco ver tanta sangre y el las mira con una media sonrisa. Tal vez yo soy demasiado impresionable, pero creo que tampoco es bueno ser insensible. En la mente de un joven con trastornos sicologicos, ese desapego que sienten por la sangre y el sufrimiento humano, puede ser la incubadora de ideas que muchos de ellos ya han hecho realidad.
Desde la masacre de la secundaria Colombine, en Colorado, hasta la brutal matanza de niños pequenos en Connecticut, la influencia de los medios de comunicación es evidente. Eric Harris, de 18 años de edad, y Dylan Klebold de 17, los asesinos de 13 personas en la escuela Columbine High, iban vestidos como los personajes de la pelicula “The Matrix”. Adam Lanza, quien mato a 20 niños y 7 adultos en la escuela Sandy Hook antes de quitarse la vida, era adicto al juego “Call of Duty” en donde la vida de los personajes no vale ni un centavo.
Si a esto le sumamos que en los Estados Unidos no hay un sistema eficiente para lidiar con la cantidad enorme de problemas mentales que existen entre su poblacion, estos factores, juntos, pueden explicar la proliferacion de asesinatos que son ya conocidos por todos.
De acuerdo con los expertos en salud mental, el único sistema que funciona para ayudar a los enfermos son las cárceles de los Estados Unidos, lugares en donde se supone que la prioridad debe ser castigar y rehabilitar a los prisioneros. Sin embargo, son los albergues y sanatorios de miles de hombres y mujeres que entran y salen porque carecen de la ayuda necesaria para aliviar sus trastornos. Entonces son las cárceles las únicas opciones en donde les dan medicinas para que se sientan mejor, ya sea por estados mentales agudos o por situaciones derivadas del consumo indiscriminado de drogas.
El último factor, del que pocos quieren hablar por ser tan delicado, es la inequidad social en la que se sienten inmersos los afroamericanos (se los llama así porque son muy sensibles y no aceptan otra descripción). Ellos constituyen el grupo étnico con más asesinos y asesinados dentro de las estadísticas. Su población no llega al 12% del total del país, sin embargo, son más del 40% de quienes habitan las cárceles. Matan y mueren a diario en ciudades norteamericanas, son un problema social que las autoridades prefieren barrer bajo la alfombra para evitar estallidos sociales, pero constituyen, sin duda, una de las razones más significativas para que el país más rico y poderoso del mundo sea, también, uno de los más violentos.
Escrito en Febrero de 2014
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